Tenía pendiente comentar este tema y por qué no hoy.
Aunque algunos no me crean, despertarse en invierno a las 6,15 a.m. con el frio que hace y encima para ir a correr no apetece a nadie, a mí tampoco. Es tanto así que contaré la lucha diaria que mantienen dos personajes, más o menos imaginarios, dentro de mi mente:
- 6:10 a.m. suena el despertador del movil
- Demonio: anda apágalo y sigue durmiendo
-Angel: venga, ánimo, vete despertando y en cuanto suene el despertador del reloj te tiras de la cama.
-6:15 a.m. suena el despertador del reloj
-D: mira Jorge, hace bastante frio y debajo del edredón nórdico se está de puta madre. Además anoche al final acabaste acostándote a las 24:15, ¿crees que merece la pena?, yo creo que no.
-A: venga amigo, arriba. Además hoy tienes que intentar correr 15 km. y para ello tienes que salir a la calle en 10 minutos...
-D: Jorge, nadie va a saber que no has ido a correr, puedes decir que no te ha sonado el despertador, o que te duele la rodilla. Lo mismo puedes sacar un rato esta tarde e ir a correr.
-A: ya sabes que esta tarde no puedes correr, además que correr nos viene bien, nos despeja, afrontamos el día de otra manera, por no decir que en unas semanas tienes que correr una maratón que no es una broma....
-D: Jorge, no le hagas caso a este imbecil de angel, qué sabrá él. Venga, a seguir durmiendo y no te preocupes, todo el mundo te entenderá.
-A: ¡levantate de una puta vez!, son las 6:20 y a y media tienes que estar corriendo. Fuerza y honor!!!.
Y en ese momento me levanto, aún con los ojos cerrados. Paso por el baño a eliminar peso líquido y por la cocina a comerme un plátano y berber algo de acuarius. Me visto deprisa y salgo con las zapatillas en la mano para calzarme en el ascensor.
En realidad una vez que has plantado los pies en el suelo ya no hay vuelta atrás, aunque te asomes a la calle y esté lloviendo, ya estás perdido, tu angel no te dejará volver a la cama...pero al final le tienes que dar las gracias, otra vez más, porque te sientes cojonudo, sano, plenamente consciente frente a esos zombies que van en sus coches con la calefaación, la radio y con una cara de sueño tan triste que parecen ser todos grises mientrás yo me veo de colores y sonriente...
Aunque algunos no me crean, despertarse en invierno a las 6,15 a.m. con el frio que hace y encima para ir a correr no apetece a nadie, a mí tampoco. Es tanto así que contaré la lucha diaria que mantienen dos personajes, más o menos imaginarios, dentro de mi mente:
- 6:10 a.m. suena el despertador del movil
- Demonio: anda apágalo y sigue durmiendo
-Angel: venga, ánimo, vete despertando y en cuanto suene el despertador del reloj te tiras de la cama.
-6:15 a.m. suena el despertador del reloj
-D: mira Jorge, hace bastante frio y debajo del edredón nórdico se está de puta madre. Además anoche al final acabaste acostándote a las 24:15, ¿crees que merece la pena?, yo creo que no.
-A: venga amigo, arriba. Además hoy tienes que intentar correr 15 km. y para ello tienes que salir a la calle en 10 minutos...
-D: Jorge, nadie va a saber que no has ido a correr, puedes decir que no te ha sonado el despertador, o que te duele la rodilla. Lo mismo puedes sacar un rato esta tarde e ir a correr.
-A: ya sabes que esta tarde no puedes correr, además que correr nos viene bien, nos despeja, afrontamos el día de otra manera, por no decir que en unas semanas tienes que correr una maratón que no es una broma....
-D: Jorge, no le hagas caso a este imbecil de angel, qué sabrá él. Venga, a seguir durmiendo y no te preocupes, todo el mundo te entenderá.
-A: ¡levantate de una puta vez!, son las 6:20 y a y media tienes que estar corriendo. Fuerza y honor!!!.
Y en ese momento me levanto, aún con los ojos cerrados. Paso por el baño a eliminar peso líquido y por la cocina a comerme un plátano y berber algo de acuarius. Me visto deprisa y salgo con las zapatillas en la mano para calzarme en el ascensor.
En realidad una vez que has plantado los pies en el suelo ya no hay vuelta atrás, aunque te asomes a la calle y esté lloviendo, ya estás perdido, tu angel no te dejará volver a la cama...pero al final le tienes que dar las gracias, otra vez más, porque te sientes cojonudo, sano, plenamente consciente frente a esos zombies que van en sus coches con la calefaación, la radio y con una cara de sueño tan triste que parecen ser todos grises mientrás yo me veo de colores y sonriente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario